jueves, 24 de marzo de 2011

Pascual...el ignorante.

No hay mas ciego que el que no quiere ver. 

De veras no entiendo cual es el proposito del Presidente de desacreditar y mostrar su antipatia hacia el Embajador Carlos Pascual al grado de presionar su renuncia.

La mayoria de los editorialistas que he leido tampoco.

Y es que si borramos las wikibalconeadas de los informes del embajador a sus jefes, las relaciones bilaterales en cuestion de comunicacion, colaboracion y apoyo publico entre ambas Presidencias estaban aparentemente en su mejor momento. Reconocimientos, palmadas de espalda y halagos hacia la "valiente e implacable" lucha contra el narcotrafico.

Hasta la fecha no he visto una razon valida o fundada que nos diga el porque el desprecio publico hacia el Embajador de EEUU por parte del Presidente. 

Y en eso surgen las filtraciones de Wikileaks y con ello quedan evidenciadas verdades sobre la administracion en turno que lejos de revelar el hilo negro o las oscuras intenciones de EEUU hacia Mexico o un complot para reventar al Presidente, muestran un analisis bastante certero y objetivo del manejo presidencial hacia los principales problemas que ocupa. Eso le gano un inedito adjetivo de ignorante e indigno de confianza por parte del Presidente.

Y es que esta administracion tiene un serio problema de autocritica. No es la primera vez que llaman ignorante a un analista por dar un diagnostico acertado. Recordemos el penoso episodio de cuando el Secretario de Hacienda Cartens invitó a Joseph Stiglitz, Nobel de Economia 2001,  a "leer un poco mas sobre Mexico". Sus subalternos hicieron comentarios todavia mas ojetes.

Es preocupante que lejos de resolver sus problemas, acudir al autoanalisis o replantear estrategias los altos funcionarios se dediquen a matar a los mensajeros como lo hacian los Reyes de la antiguedad a portadores de malas noticias.

Un embajador "conocedor" y "digno de confianza" por parte de EEUU no va a cambiar el hecho de que esta administracion en cuestion institucional, politica, de seguridad y electoral hace agua por todos lados. Tampoco va a cambiar el hecho de que el Embajador tiene deberes unicamente como representante de los intereses estadounidenses y que este jamas va a ser un RELACIONISTA PUBLICO del Presidente Mexicano.

Especialmente cuando quienes apoyan incondicionalmente al Presidente a estas alturas inspiran desconfianza...

...y demuestran una profunda ignorancia.

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