martes, 2 de agosto de 2011

Reencuentros.

A raíz de mi incursión en la red social de Facebook empecé a encontrarme con mucha gente de mi pasado de diferentes épocas de mi vida.

Y es que repentinamente surgió en mi una necesidad/oportunidad de reconciliarme con mi pasado.

Mis años de estudiante nunca fueron fáciles... y creo que la época mas difícil fue secundaria.

Yo fui lo que se podría decir un "punching bag". La personalidad que tenia, mi necesidad de aceptacion junto con mi ingenuidad de la época me hicieron blanco fácil de innumerables situaciones desagradables de parte de compañeros de secundaria, incluso de otros salones y grados. Desde los clásicos "bullys" hasta los mas cercanos amigos. Muchas de esas situaciones las provoque yo mismo. Y es que hay que entender que es una época donde los muchachos somos muy crueles.

El caso es que por lo anterior por muchos años renegué de mi pasado. Lo rechazaba y desconocía, pues terminé superando muchos complejos de la época y no quería mirar atrás en lo absoluto.

Pero también fue la etapa en que hice mis ultimas amistades entrañables con compañeros de escuela. Fue la época en que tuve mis mayores y mas divertidas aventuras. Fueron mis primeros intentos de jugar al adulto que no era y probar vicios que nunca termine de asimilar.

Hace unos días tuve mi cuarta reunión con excompañeros de secundaria. Pero esta tuvo de especial que me reencontre con mis dos grandes amigos de esa epoca: El Poli y el Cabo.  Y no menosprecio a mis demas compañeros, pero nosotros tres eramos los mas cercanos y que mejor nos entendiamos, por ende los que mas estupideces hicimos juntos.

Quiza me gustaba que compartiamos el mismo sentido de humor, la misma irreverencia.  Que me divertía la impulsividad y extrovertida personalidad del Poli, su capacidad de hacer -y hacernos hacer- pendejadas mayusculas y su increible obsesion por los amores imposibles.  O el dinamismo, la alegria natural y la chispa que distinguia al Cabo...pero ahora entiendo que en el fondo los seguia a ambos por su gran corazon.

En fin. Estos reencuentros me han servido para reconciliarme con esa epoca a la que tanto renegué y desconocí.

No les voy a mentir, hay gente a la que no le deseo ningún mal, pero que no me gustaría volver a ver jamas. Hay gente a la que he vuelto a ver con mucho gusto e incluso tenemos mas cosas en comun que antes. Hay otros a los que no he vuelto a ver, pero que me daría mucho gusto hacerlo.

Pero me da gusto que todos los excompañeros que he vuelto a ver hoy en dia son hombres y mujeres de bien. Que también sufrieron y tuvieron ratos amargos como uno. Que también sienten esa necesidad de perdonar y ser perdonados. De reirse de las cosas que los hicieron sufrir y llorar en su momento. De demostrar que han construido hermosas familias, que han hecho carreras profesionales, que han seguido sus vocaciones artísticas o religiosas... o que simplemente luchan y siguen luchando por abrirse paso en la vida y ser felices.

Estoy orgulloso de ustedes muchachos... los quiero.

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