Timothy Brown.
Este es el rostro del primer hombre oficialmente curado de SIDA en el mundo.
La noticia me ha causado un particular impacto. Yo era un niño aun cuando ya todo mundo hablaba del SIDA.
Una virus que anulaba el sistema inmunológico y provocaba que una simple gripe o una infección menor provocara la muerte del paciente. Una enfermedad nueva, extraña, incomprendida, satanizada y temida que trajo un sinnumero de cambios en la sociedad moderna y las relaciones sexuales.
Hasta entonces todas las enfermedades transmitidas sexualmente eran curadas o tratadas con facilidad. Usar condon era inconcebible; comprarlos en la farmacia, vergonzoso; usarlo con tu pareja, ofensivo. Por supuesto que en las grandes ciudades de EEUU, tras una o dos decadas de liberación sexual, el sexo casual en clubes, baños publicos, prostibulos o establecimientos similares era ya un foco de infección de enfermedades venereas y virales de todo tipo como hepatitis, sifilis, gonorrea... pero nada los habia preparado para el VIH.
El primer brote de infección detectado fue en las comunidades homosexuales de las principales ciudades de EEUU, quienes practicaban el sexo casual de manera mas activa, lo cual fue motivo de que se le considerara una enfermedad de homosexuales. Con el tiempo se comprobó que esto era falso y que se podia transmitir sexual o de manera sanguinea a cualquier persona sin importar su sexo y preferencia.
Desde entonces el principal avance contra esta enfermedad había sido la prevención: el condon se volvió un objeto de consumo masivo, campañas de concientización sobre sexo seguro y responsable, el sexo dejo de ser un tabú y la educación sexual pasó a ser parte de la formación basica de los jovenes alrededor del mundo.
Pero por otro lado, la enfermedad sigue propagandose y si bien hoy los enfermos tienen una mayor esperanza de vida, los tratamientos son carísimos y su vida sexual termina permanentemente.
Hasta este momento no se veia luz en el horizonte para una cura definitiva para el SIDA.
El tratamiento que curó a este paciente fue un transplante de medula osea por un donante geneticamente inmune al VIH. Hay que ser realistas: encontrar un donador de medula compatible ya es sumamente difícil y riesgoso. Que este donador, ademas de compatible, sea geneticamente inmune al virus lo hace casi imposible.
Pero con los avances en el estudio de celulas madre, el ADN y la biotecnología es posible que en no muchos años la cura contra el SIDA sea una realidad al alcance de todos.
Hoy es un buen dia.
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