lunes, 11 de julio de 2011

Resultados.

Esto es lo que distingue a un buen gobernante de un mal gobernante. No las acciones, ni las buenas intenciones, ni hacer lo que “nadie había hecho antes”, ni la ideología, ni la filiación partidista, ni el carisma o simpatía, ni tener “bonita familia”, o una estrella de televisión de esposa, o ser “bien fregon” o el mas “huevudo” o el mas “honesto”son los resultados.

El Gobierno a través de comunicación social gasta millones de pesos al año en decirnos las “bondades” de su Gobierno por todos los medios imaginables: spots mediáticos, propaganda electrónica e impresa, infomerciales, comunicados de prensa, editorialistas y líderes de opinión –el clásico “chayotazo”-, líderes “sociales”, etc. Todo esto para crear una percepción favorable de que están haciendo bien las cosas, que ellos son mejores gobernantes que los otros, que antes que ellos el pais era un desastre, etc.

El problema es que esta propaganda en la que tanto dinero invierte, simplemente no funciona.

La comunicación social lejos de informar y crear conciencia, desinforma y manipula. Nos lanzan mensajes ambiguos, cifras alegres, maquilladas o fuera de contexto. Se esfuerza demasiado en defender programas que no sirven, en descalificar los logros del rival político, en vendernos una imagen ficticia que nadie ve ni siente en su entorno. Y para acabarla, la propaganda masiva suele ser usada como instrumento de coerción -castigo o premio- hacia los medios de comunicación. Se sigue hasta la fecha aplicando aquel clásico: “No pago para que me peguen”.

Al tener esta alimentación tan subjetiva, los ciudadanos se vuelven subjetivos también. El Gobierno pierde confianza y credibilidad, y el nivel de debate se vuelve tan pobre y visceral que se pierde de vista lo más importante: Un buen gobernante es aquel que mejores resultados que los demás.

Y los resultados se miden en datos duros. Cifras, tablas, comparativos, reportes oficiales, investigaciones periodísticas, análisis de expertos, reportes de organizaciones internacionales, de ONG´s, etc. Unas son más fiables y más reconocidas que otras, por lo que hay que considerar regularmente más de dos fuentes. Pero hay veces que basta con los mismos informes de gobierno de la misma administración para desmentir su propaganda oficial.

Hacer estos estudios requieren de una tarea titánica y de gente experta que explique sus causas y efectos. Yo me pongo de pie ante quien realiza un proyecto de esta magnitud. Y suelo tener en alta estima a quien se basa en ellos para dar un argumento.

Pero creo que el ciudadano de a pie debe aprender desde ya a pedir, perdon, a exigir resultados y datos concretos… no choros.  

4 comentarios:

kytaro dijo...

El buen gobernante suena bonito...pero eso sólo se da cuando existen buenos gobernados, cosa que este país carece.

El Benja dijo...

Hablando de comentarios subjetivos... -lol-

je dijo...

...de acuerdo y no... porque las más de las veces los resultados llegan mucho tiempo después de cuando los gobernantes ya se han ido... el chapulinismo político y la no-reelección en puestos le da a nuestra democracia una particular discontinuidad que no permite la evaluación seria... y más aún, fomenta que para poder dar el salto, el político deba recurrir a vender eso que dices tú: cifras preliminares, o fuera de contexto, o maquilladas...

...los políticos importan pero importan más las instituciones, pues son estas las que moldean los comportamientos... =)

El Benja dijo...

Las cifras preliminares son como un reloj adelantado o atrasado 5 minutos. No te dan la hora exacta, pero si tomas en cuenta el margen de imprecision te sigue siendo util.

El caso es que cada vez los politicos mandan mensajes no solo mas contradictorios sino mas ambiguos.

Si la política fuera concurso de declamación, tendríamos a los mejores políticos del mundo. Lamentablemente no se puede refutar a un premio Nobel de Economía que critica el manejo de las finanzas en el país con frases tipo: "debería leer mas el señor sobre México".

En cuanto a las instituciones, pues siento que es redundante pues las instituciones son tan importantes como los politicos que las gestionan, o influyen en ellas.

En todo caso JE, deberian tener un poco de respeto hacia las instituciones y lo que representan. Por ej. La Constitucion. Un diputado o senador deberia de verla como la Carta Maxima, en vez de jugar a "Tuneame la Nave" con ella.

*************

Kytarin: Si a los ingleses, alemanes, japoneses o suizos les pusieras un gobierno como el mexicano... no creo que fueran mejores gobernados que nosotros.

Publicar un comentario